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Enseñale a tu hijo a dar y a recibir
En
un honesto deseo por ofrecerle a los hijos las mejores oportunidades y
experiencias para que estén mejor preparados, vivan más felices y tengan
más éxito, los padres hoy en día hacemos hasta lo inimaginable por
ofrecerles todo lo que deseen. Sin embargo lo que conseguimos es
hacerles daño en lugar de ayudarlos.
¿Autoestima o "egoestima"?
Al igual que cuando se le pone demasiada agua a una
planta en lugar de nutrirse se pudre, los excesos lejos de beneficiar
están perjudicando la formación de los hijos.
Y en esta forma, contrario a lo deseado, no estamos
promoviendo en ellos una buena autoestima sino cultivándoles una gran
"egoestima".
Lo que se les está fortaleciendo es el narcisismo,
convirtiéndolos en personas indolentes, que piensan ante todo en sí
mismos y anteponen su beneficio individual sobre todo lo demás.
Es decir, los desmedidos esfuerzos por procurar
enriquecer su autoestima están perjudicando el cultivo de su buen
corazón e impidiendo que desarrollen las fortalezas que les permitirán
crecer como personas útiles y virtuosas.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es un concepto que a menudo se ha
malentendido y sobre utilizado. Una autoestima positiva y bien
estructurada es aquella que demuestra quién se siente capaz y valioso.
No sólo como producto de saberse amado y valorado,
sino ante todo como fruto de la satisfacción de percibirse como un ser
productivo y capaz de contribuir positivamente al bienestar del mundo
que lo rodea.
De tal manera que cuando nos dedicamos a darles mucho
y a exigirle poco a los hijos, no los convencemos de que son valiosos,
sino de que no tienen nada que aportar.
Y en esta forma los privamos de
las recompensas de sentirse a gusto consigo mismos y satisfechos por sus
contribuciones.
La semilla que dará frutos
Los seres humanos estamos llamados a
dar y a contribuir, tanto como las plantas a florecer y a dar frutos.
Así, la autovaloración resultante de saberse capaz de colaborar
activamente con el bienestar de los demás es la semilla de una
autoestima que promete grandes frutos.
Entre más se les impulse a que aporten y sirvan,
inicialmente en su hogar y posteriormente a su comunidad y a los demás,
mayores serán las posibilidades de que se formen un buen concepto de sí
mismos y lleven una vida plena y satisfactoria.
Está visto que las personas más realizadas no son las
que tienen más sino las que dan más.
Recordemos que la verdadera
felicidad, que tanto deseamos para los hijos, dependerá, ante todo, del
bienestar que siembren, de las buenas obras que cultiven y de las
satisfacciones que logren cosechar.
"egoestima"
- Sólo colabora cuando se le obliga a hacerlo o cuando puede obtener algún beneficio.
- Culpa a los demás o a las circunstancias de sus fallas o errores
- Actúa para lucirse o motivado por los beneficios que pueda obtener.
- Cree que su valor personal depende de las opiniones de los demás.
- Sólo ayuda a quienes le conviene y por algún interés.
- Es desmotivado y constantemente pide algo más.
- Está más concentrado en lo que le falta que en lo mucho que tiene.
"autoestima"
- Le gusta colaborar y lo hace con agrado sin esperar algo a cambio.
- Es capaz de reconocer sus errores y admitir que se equivoca.
- Actúa en forma desinteresada y antepone el bien común al individual.
- Sabe que su valor personal depende de sus cualidades individuales.
- Está dispuesto a ayudar a los demás sin interés en lo que puedan ellos darle.
- Es entusiasta y goza con todo.
- Es agradecido y cuida lo que tiene.
(Articulo de: http://www.conpoder.com/)
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Lo comparto porque lo considero interesante, facil de leer y cuan necesario de realizarlo.
No hacemos y luego nos quejamos
No enseñamos a respetar y luego queremos que respeten
No enseámos a trabajar y luego queremos que trabaje.
ediata La Tercera
( me place regresar las otras dos neuronas Abu y Martha me tenian encerrada porque no querian que en año electoral hablara de politica.
Barbaras " las ideas no se matan "
Y..... no se preocupen no voy a hablar de politica....me vuelvo reactiva ja ja)
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